jueves, 28 de febrero de 2019

Agua.

  Paz, eso es lo que el agua me transmite, así sea una serena laguna o un agitado mar. Contemplo el  océano, observando su peculiar danza, escuchando el suave sonido que genera al rozar con el viento. Me pierdo en su horizonte ¿Qué misterios oculta? ¿Cuántas especies desconocidas habitan lo más profundo de sus aguas?
  Cierro los ojos, sintiendo calma y miedo a la vez, agobiándome por su inmensidad. Sin embargo, poco a poco me dejo abrazar por su energía, dejando ir el temor, apagando mis pensamientos. Siento la vibración que cada ola causa a mi alrededor. Podría estar horas así, relajada junto al agua, fundiéndome con ella hasta ser un mismo ente.

miércoles, 27 de febrero de 2019

Máquinas.

  ¿Qué pasa cuando te perdes a vos mismo? Despertar, trabajar, estudiar, dormir y repetir. La cíclica rutina hace que actuemos en piloto automático, nos quita el tiempo para hacer cosas que nos apasionan e identifican, dejando poco y nada de nosotros. Este espiral nos consume, transformándonos poco a poco en máquinas, arrebatándonos nuestra esencia.
   ¿Nunca te planteaste cómo sería la vida sin obligaciones, sin tener que encerrarse mínimo ocho horas en un trabajo que quizás no te llena? El libre albedrío es sólo una utopía, pero nunca es tarde para alejarnos de eso que nos consume y reencontrarnos con nosotros mismos.