Allí está ella, observándome con su
frívola y oscura mirada, su pálida piel contrasta con su atuendo azabache. Se aproxima a mi lentamente, intento alejarme pero no puedo, no hay forma de escapar,
no hay tiempo. Sonríe y me estremezco, ella me atormenta,
es la base de todos los miedos, la culpable de miles de noches de insomnio,
ella es la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario